EXPOSICIÓN DE MOTIVOS POR LA QUE SE FUNDA LA «ASSOCIACIÓ LONG COVID LLEIDA»
En 2021, después de la primera pandemia mundial sin precedentes que vivió nuestra generación, tuvieron lugar una serie de consecuencias no previstas, no deseadas y no imaginadas a todos los niveles. Una de las más abrumadoras fue el descubrimiento de que en el 10% de la población que había sufrido la infección -sin relación alguna con la gravedad de su caso- los síntomas de la Covid perduraban durante semanas y meses con una tendencia a la cronificación ya la expansión a otros órganos y sistemas corporales, convirtiéndose en una enfermedad crónica y sistémica.
Esto es lo que en un acuerdo improvisado, como todo lo que tiene que ver con esta afección que siempre va por delante de nosotros, se decidió llamar Covid Persistent, o Long Covid de forma más internacional.
Como ya hemos dicho, según cálculos absolutamente discutibles y provisionales que seguramente se quedan muy cortos, se calcula que aproximadamente un 10% de la población infectada, sigue sufriendo diferentes síntomas durante meses e incluso años, después de la infección y de los que todavía se desconoce su desenlace. La OMS reconoció esta enfermedad el día 9 de octubre de 2021 definiendo oficialmente su patología.
De entrada, la población que sufre este síndrome tiene unas limitaciones físicas y psíquicas de una magnitud que les hace imposible una vida normal. Esto implica en la mayoría de casos, grandes dificultades para llevar a cabo la vida con los elementos de nuestro bienestar social, lo que es, en definitiva, un reto al nivel laboral tal y como lo hacía antes de la infección.
A nadie se le escapa que asistir a esta población en sus necesidades tal y como es la obligación de cualquier sociedad que se pretenda civilizada, supone un descalabro económico difícil de asumir sin renunciar probablemente a otros elementos de nuestro bienestar social, la cual lo que es, en definitiva, un reto al nivel de solidaridad que somos capaces de alcanzar como sociedad.
Ante estos retos y dificultades, la opción más fácil era la negación y la invisibilización.
Y esto es a lo que creemos que estamos asistiendo. Tras una primera etapa de sorpresa, y de inevitable presencia en el totum revolutum del epicentro de la pandemia, en el que, la honestidad de algunos sanitarios puso en marcha unos primeros pasos en la investigación de este síndrome, unos años más tarde, con otras preocupaciones económicas, la sociedad mira hacia otro lado, la palabra COVID va desapareciendo poco a poco de los diccionarios y en los telediarios se habla de “síndromes respiratorios”, mientras que los síntomas de la COVID persistente se miran de meter en el gran cajón de sastre de las enfermedades de un brumoso origen psíquico, como la fatiga crónica, rompiendo la unidad de una enfermedad en los parches sin sentido de sus síntomas aislados.
Ante este evidente proceso de invisibilización del Long Covid, esta asociación nace con el objetivo fundamental de hacerlo visible como una unidad con una entidad nosológica propia que, por suerte, sí existe buena parte de la investigación médica de alto nivel que defiende atendiendo a la experiencia, más allá de presiones políticas o de lobbies de intereses.
Es de esta parte de la historia reciente que deben entenderse nuestros objetivos.